La Bretaña Francesa es tierra de bosques, mar y leyendas, de lugares fantásticos, hogar de personajes míticos como las hadas, las sirenas, los Korrigans y los druidas, y también de pueblos encantadores. Pueblos que guardan la esencia de esa magia donde recorrer sus calles es un viaje al pasado, tierra de celtas donde la leyenda y la realidad se entremezclan. Diseminados por los prados y suaves colinas de la Bretaña Francesa iremos encontrando estos pueblos llenos de historia y hogar de numerosos artistas como Paul Gauguin, uno de los principales representantes del postimpresionismo.
Fougères
La primera impresión que ofrece la ciudad de Fougères supone toda una sorpresa para el visitante, una caprichosa ciudad construida a los pies de una inmensa fortaleza del siglo XII resguardada por tres anillos de muralla y once torres. Construido en lo alto de un promontorio rocoso circundado por el río Nançon, quizás sea uno de los castillos más imponentes de Europa. Pero el rico patrimonio de Fougères no solo reside en su castillo, sino también en el barrio de St-Sulpice donde se conservan intactos algunos rincones y casas de los siglos XVI y XVII, además de la iglesia gótica de Saint-Sulpice, que está ligada al nacimiento de la ciudad. A poca distancia, ya en la ciudad alta, muy cerca del Ayuntamiento y el jardín público que corona el barrio medieval se encuentra la iglesia de St-Léonard, erigida entre los siglos XV y XVI, siendo este lugar un inmejorable bastión para obtener unas formidables vistas del castillo y la ciudad.
Preciosas vistas desde el jardín de Fougères
Vitré
Situado a 25 kilómetros de Rennes se encuentra la población de Vitré, cuyo centro histórico rodeado de murallas aún conserva su antiguo aspecto medieval. Nada más introducirnos en su casco antiguo nos encontraremos con un entresijo de callejuelas adoquinadas donde descubriremos algunas joyas arquitectónicas y casas de entramado de madera construidas entre los siglos XV y XVI. También se conservan interesantes casas góticas como las que podemos encontrar en la rue de la Baudrairie, una de las calles que más conservan este tipo de construcciones. El monumento más representativo de Vitré es su castillo del siglo XI, donde se puede visitar un museo con antiguas esculturas procedentes de los palacios urbanos, además el emplazamiento de este edificio muestra una excelente panorámica de la ciudad desde el mirador Roches Noires. También dentro del recinto amurallado de Vitré nos encontraremos con la iglesia de Notre-Dame, templo de estilo gótico con algunos rasgos renacentistas de los siglos XV y XVI, además de la iglesia de Saint Martín, templo construido en el año 1883 en estilo neorrománico.
Dol-de-Bretagne
Dol-de-Bretagne es otro de esos pintorescos pueblos de la Bretaña Francesa con su típico casco antiguo formado por casas de entramado de madera de los siglos XVII y XVIII, además de contar con históricos edificios de estilo gótico. Entre todos estos edificios hay que destacar la Catedral de Saint-Samson, construida entre los siglos XII y XIII en estilo gótico flamígero. Este templo está construido sobre una antigua iglesia románica y su característica más reseñable es su torre inacabada, la cual comenzó a construirse en el año 1520, aunque nunca se terminó por falta de fondos. Si quieres conocer algo más de la arquitectura y el simbolismo de las catedrales, en Dol-de-Bretagne puedes visitar el Cathédraslocope, un centro de interpretación cuya exposición lleva el subtitulo "los secretos de las catedrales", muy en concordancia con el libro escrito por Fulcanelli «El misterio de las catedrales», publicado por primera vez en el año 1929.
Saint-Malo
La ciudad corsaria de Saint-Malo se caracteriza por estar rodeada de murallas y bastiones, además de por su relación con el mar, ya que es un importante puerto pesquero, mercantil y turístico, además de una estación balnearia. La muralla del siglo XIII que rodea su centro histórico es una de las fortificaciones mejor conservadas de Europa, en la que se puede realizar un recorrido de 2 kilómetros. Durante este recorrido obtendremos unas magníficas vistas de la playa, de su casco antiguo, al que podemos acceder por la Porte St-Vincent levantada en el año 1708, y del Fuerte Nacional construido en el año 1689 frente a la playa de Éventail, y al que solo es accesible a pie durante la marea baja.
Dentro del recinto amurallado de Saint-Malo hay que destacar la esplendida Catedral de Saint-Vincent, originaria del siglo XI, en la cual confluyen casi todos los estilos de la arquitectura, proliferando el estilo románico y el gótico. Esta variedad de estilos se debió a la multitud de remodelaciones que a tenido durante su historia. Otro edificio a destacar es el castillo de Saint-Malo construido entre los siglos XIV y XV, aunque hoy en día casi toda su estructura pertenece a la reconstrucción realizada en el siglo XVII, cuyo diseño corrió a cargo de Sébastien Vauban. En el gran torreón y en el castillete se encuentran el musée de la ville y el musée du pays malouin. El primer museo está dedicado a la historia de la ciudad y el segundo a la vida cotidiana y a los trajes típicos de la ciudad de Saint-Malo.
Dentro del recinto amurallado de Saint-Malo hay que destacar la esplendida Catedral de Saint-Vincent, originaria del siglo XI, en la cual confluyen casi todos los estilos de la arquitectura, proliferando el estilo románico y el gótico. Esta variedad de estilos se debió a la multitud de remodelaciones que a tenido durante su historia. Otro edificio a destacar es el castillo de Saint-Malo construido entre los siglos XIV y XV, aunque hoy en día casi toda su estructura pertenece a la reconstrucción realizada en el siglo XVII, cuyo diseño corrió a cargo de Sébastien Vauban. En el gran torreón y en el castillete se encuentran el musée de la ville y el musée du pays malouin. El primer museo está dedicado a la historia de la ciudad y el segundo a la vida cotidiana y a los trajes típicos de la ciudad de Saint-Malo.
Dinan
Ubicada en el departamento de Cotes d'Armor sobre una colina que domina el río Rance surge Dinan, una de las ciudades que ostenta uno de los más ricos patrimonios arquitectónicos medievales de la Bretaña francesa, con una muralla de casi tres metros de longitud, 14 torres de defensa y vigía, cuatro puertas principales y un castillo del siglo XIV. La mejor manera de sentir la esencia medieval de Dinan es perderse por sus estrechas callejuelas, como por ejemplo por la Rue du Jerzual, que une el puerto del Rance con la ciudad. En esta calle se encuentran unas bonitas casas medievales de madera culminadas con tejados en forma de triángulo puntiagudo, que en la Edad Media estaba repleta de tejedores y curtidores junto con otros artesanos. En la actualidad podemos viajar al pasado visitando los talleres-tienda de artesanos vidrieros y doradores de madera que se encuentran en esta calle.
En cuanto al rico patrimonio monumental de Dinan podemos visitar la iglesia de Saint-Malo ubicada en unos de los puntos más altos de la ciudad. Esta iglesia es originaria del siglo XII y es uno de los templos más importantes del románico en la región de Bretaña. Otro monumento de interés es la Basílica de St-Sauveur, templo edificado en el siglo XII en el que se entremezclan casi todos los estilos arquitectónicos, como el románico, el gótico y el barroco. Por último, no hay que perderse las vistas que se obtienen desde la parte alta de Dinan, donde se contempla una maravillosa panorámica del puerto del Rance con sus bonitas casas rodeadas de una exuberante vegetación.
En cuanto al rico patrimonio monumental de Dinan podemos visitar la iglesia de Saint-Malo ubicada en unos de los puntos más altos de la ciudad. Esta iglesia es originaria del siglo XII y es uno de los templos más importantes del románico en la región de Bretaña. Otro monumento de interés es la Basílica de St-Sauveur, templo edificado en el siglo XII en el que se entremezclan casi todos los estilos arquitectónicos, como el románico, el gótico y el barroco. Por último, no hay que perderse las vistas que se obtienen desde la parte alta de Dinan, donde se contempla una maravillosa panorámica del puerto del Rance con sus bonitas casas rodeadas de una exuberante vegetación.
Puerto del Rance, Dinan
Pontrieux
A orillas del río Trieux se asienta el pequeño y precioso pueblo de Pontrieux, más conocido como la "Pequeña Venecia del Trégor". Lo más recomendable es perderse por sus calles donde aún quedan algunas casas de entramado de madera correspondiente a los siglos XVIII y XIX, en concreto una casa conocida como la "Torre Eiffel de Pontrieux" de color azul, que hoy en día acoge la oficina de turismo. Pero su principal atractivo reside en sus canales, los cuales pueden recorrerse en barco, descubriendo así sus antiguos lavaderos de piedra y cubierta de pizarra ubicados a orillas del río.
Tréguier
A tan sólo 18 kilómetros de Pontrieux, en el amplio estuario de los ríos Jaudy y Guindy se encuentra Tréguier, un encantador pueblo de estrechas callejuelas, plazoletas y casas de los siglos XVI y XVII. Entorno a estas casas y por encima de sus tejados se eleva la aguja de 63 metros de la catedral de Saint-Tugdual, construida entre los siglos XIII y XV en estilo gótico sobre la antigua iglesia románica de la que aún quedan algunos elementos arquitectónicos. Esta obra maestra del gótico bretón destaca por su esbeltez y sus coloridas vidrieras, además de su magnífico claustro del siglo XV. En su interior se puede escuchar la música de sus dos órganos del siglo XVII o visitar la tumba de Saint-Yves, patrón de los bretones y los abogados, santo nacido en el territorio de Tréguier a mediados del siglo XIII.
Tréguier también acogió ilustres figuras de la letras como el filósofo y escritor Ernest Renan, nacido aquí en el año 1823. La casa en la que el vivió hoy en día es una casa museo conocida como "Casa Renan", y en ella encontraremos objetos y documentos pertenecientes al filósofo además de una librería dedicada a sus obras.
Tréguier también acogió ilustres figuras de la letras como el filósofo y escritor Ernest Renan, nacido aquí en el año 1823. La casa en la que el vivió hoy en día es una casa museo conocida como "Casa Renan", y en ella encontraremos objetos y documentos pertenecientes al filósofo además de una librería dedicada a sus obras.
Casa del escritor Ernest Renan
Locronan
Visitar el pequeño pueblo de Locronan nos hace viajar en el tiempo, y no es de extrañar, ya que pasear tranquila y sosegadamente por sus estrechas calles se convierte en un momento mágico donde se siente aún la leyenda de los celtas y los druidas. Celtas que eligieron este lugar para crear un nemetón, un recorrido sagrado jalonado de estaciones que simbolizan los meses del año, y que en el siglo XIV Saint Ronan cristianizó dando pie a la fundación de esta ciudad. A partir de este siglo Locronan se convirtió en una rica y bella ciudad gracias a la comercialización de velas para los navíos.
El testimonio de la prosperidad de esta ciudad la encontramos en la Grand Place, una plaza donde parece haberse detenido el tiempo y en la que aún se conservan elegantes casas de nobles y ricos mercaderes que prosperaron gracias al comercio del textil. La iglesia de Saint-Ronan construida en el siglo XV es una obra maestra del arte flamígero, una pequeña joya con bonitas y coloridas vidrieras llena de figuras y un púlpito de color verde que resalta sobre el resto. A su lado, unidas e intercomunicadas entre sí, se encuentra la capilla de Penity del mismo siglo, donde se encuentra la estatua yacente de Saint Ronan.
El testimonio de la prosperidad de esta ciudad la encontramos en la Grand Place, una plaza donde parece haberse detenido el tiempo y en la que aún se conservan elegantes casas de nobles y ricos mercaderes que prosperaron gracias al comercio del textil. La iglesia de Saint-Ronan construida en el siglo XV es una obra maestra del arte flamígero, una pequeña joya con bonitas y coloridas vidrieras llena de figuras y un púlpito de color verde que resalta sobre el resto. A su lado, unidas e intercomunicadas entre sí, se encuentra la capilla de Penity del mismo siglo, donde se encuentra la estatua yacente de Saint Ronan.
Quimper
Quimper, capital cultural de la Bretaña Francesa tiene una dilatada historia, ya que en el centro urbano y en el barrio de Locmaria se fundó en el siglo I a.C. la ciudad romana de Aquilonia, siendo este emplazamiento un importante puerto mercantil por su cercanía al océano Atlántico y la presencia de los ríos Odet y Steir. Durante los siguientes siglos la ciudad fue creciendo hasta convertirse en el siglo XIII en una gran ciudad amurallada, la cual no ha parado de evolucionar, sobre todo desde la gran reforma de la segunda mitad del siglo XIX donde se realizaron grandes transformaciones urbanísticas. Esta circunstancia hace que Quimper tenga una gran diversidad arquitectónica, aunque aún guarda su verdadera esencia bretona es su núcleo histórico donde se conservan la mayor parte de sus antiguas casas de entramado de madera.
Para los amantes de los museos Quimper es un buen destino ya que cuenta con tres museos muy interesantes, uno de ellos es el Museo de Arqueología, Historia y Etnográfia Regional ubicado en el Palacio Arzobispal, un edificio de principios del siglo XVI con una fachada del siglo XVII. También está el Museo de Bellas Artes ubicado en la Plaza de la Catedral, un edificio del siglo XIX con una fachada de estilo clasicista, donde se exponen obras de escuela italiana, flamenca, holandesa y francesa de los siglos XVI-XVIII. Por último, pero no por ello menos interesante, mencionamos el Museo de la Cerámica con gran tradición en la ciudad, pues las primeras fábricas de cerámica que se construyeron en Quimper se remontan al año 1690, las cuales aprovechaban los yacimientos de arcilla de las orillas del río Odet.
Otra seña de identidad de la ciudad de Quimper es la Catedral de Saint-Corentin, un temprano ejemplo de la arquitectura gótica en Bretaña, ya que el inicio de su construcción se llevó a cabo en el siglo XIII, completándose las obras con la realización del transepto y las naves, ambas construidas en el siglo XV. Sus dos altas torre cuadradas coronadas por galerías y pináculos añadidos en el año 1856 muestran la extraordinaria combinación del gótico y el neogótico.
Para los amantes de los museos Quimper es un buen destino ya que cuenta con tres museos muy interesantes, uno de ellos es el Museo de Arqueología, Historia y Etnográfia Regional ubicado en el Palacio Arzobispal, un edificio de principios del siglo XVI con una fachada del siglo XVII. También está el Museo de Bellas Artes ubicado en la Plaza de la Catedral, un edificio del siglo XIX con una fachada de estilo clasicista, donde se exponen obras de escuela italiana, flamenca, holandesa y francesa de los siglos XVI-XVIII. Por último, pero no por ello menos interesante, mencionamos el Museo de la Cerámica con gran tradición en la ciudad, pues las primeras fábricas de cerámica que se construyeron en Quimper se remontan al año 1690, las cuales aprovechaban los yacimientos de arcilla de las orillas del río Odet.
Otra seña de identidad de la ciudad de Quimper es la Catedral de Saint-Corentin, un temprano ejemplo de la arquitectura gótica en Bretaña, ya que el inicio de su construcción se llevó a cabo en el siglo XIII, completándose las obras con la realización del transepto y las naves, ambas construidas en el siglo XV. Sus dos altas torre cuadradas coronadas por galerías y pináculos añadidos en el año 1856 muestran la extraordinaria combinación del gótico y el neogótico.
Pont-Aven
Atravesado por el río Aven, este pequeño pueblo colorido y lleno de encanto era conocido en el siglo XIX como la «ciudad de los molinos», ya que contaba con nada menos que catorce molinos de agua que funcionaban y contribuían a la prosperidad de sus gentes. Actualmente se pueden encontrar viejos molinos del siglo XV a orillas del río, habiéndose convertido uno de ellos en restaurante. Pont- Aven con sus casas del siglo XVII y sus paseos por el río fue la población que sirvió de inspiración y punto de encuentro de numerosos pintores postimpresionistas, entre los que se encontraba Paul Gauguin, quién la visitó en el año 1886 dejando para el recuerdo el cuadro titulado "Les Levandieres en Pont-Avent", que actualmente se encuentra expuesto en el Museo de Orsay de París.
Fruto del paso de esto pintores en Pont-Aven se fundó la conocida como "escuela de Pont Aven" donde los pintores se iniciaban en el postimpresionismo. Hoy en día como herencia de ese fenómeno cultural y artístico existen un gran número de galerías de arte, un aliciente más para visitar este bello pueblo. Desde Pon-Aven podemos realizar un agradable paseo hasta el Bois d'Amour, un bosque en el que encontraremos algunos de los rincones que inspiraron a muchos de los pintores que aquí estuvieron, hasta llegar a la capilla Trémalo de siglo XVI.
Fruto del paso de esto pintores en Pont-Aven se fundó la conocida como "escuela de Pont Aven" donde los pintores se iniciaban en el postimpresionismo. Hoy en día como herencia de ese fenómeno cultural y artístico existen un gran número de galerías de arte, un aliciente más para visitar este bello pueblo. Desde Pon-Aven podemos realizar un agradable paseo hasta el Bois d'Amour, un bosque en el que encontraremos algunos de los rincones que inspiraron a muchos de los pintores que aquí estuvieron, hasta llegar a la capilla Trémalo de siglo XVI.
Vannes
Vannes es una ciudad amurallada con bastiones de los siglos XIII y XVI, aunque solo se conserva en pie una parte de la muralla. La Puerta de Sat-Vicent es el principal acceso al casco histórico de Vannes, donde aún se conservan casas de entramado de madera de los siglos XV y XVII junto con palacios y otros muchos rincones con encanto que iremos descubriendo.
De entre los edificios más representativos hay que destacar la Catedral de St-Pierre, construida en el siglo XIII en estilo románico y de la que únicamente se conserva la torre izquierda. En la antigua catedral románica se realizaron posteriormente dos reconstrucciones, una en el siglo XV, donde se le añadieron al templo elementos del gótico flamígero y renacentista, y otra en el siglo XIX, siendo producto de esta última reconstrucción su fachada occidental de estilo neogótico. En su interior merece la pena que prestemos atención a la cuarta capilla de la izquierda, construida en el año 1537, la cual presenta en su cúpula una bella decoración con una clara inspiración del renacentismo italiano donde se custodia la tumba de San Vicente Ferrer, santo de origen español fallecido en Vannes en el año 1419.
De entre los edificios más representativos hay que destacar la Catedral de St-Pierre, construida en el siglo XIII en estilo románico y de la que únicamente se conserva la torre izquierda. En la antigua catedral románica se realizaron posteriormente dos reconstrucciones, una en el siglo XV, donde se le añadieron al templo elementos del gótico flamígero y renacentista, y otra en el siglo XIX, siendo producto de esta última reconstrucción su fachada occidental de estilo neogótico. En su interior merece la pena que prestemos atención a la cuarta capilla de la izquierda, construida en el año 1537, la cual presenta en su cúpula una bella decoración con una clara inspiración del renacentismo italiano donde se custodia la tumba de San Vicente Ferrer, santo de origen español fallecido en Vannes en el año 1419.
Josselin
El pequeño pueblo medieval de Josselin, ubicado a orillas del río Oust, es una encantadora población célebre por su majestuoso castillo de estilo gótico de principios del siglo XI cuya figura se refleja en las aguas del río. Este bello edificio aunque aún pertenece a la familia Rohan, una de las estirpes más antiguas de la Bretaña, tiene sus puertas abiertas al público, donde tendremos la posibilidad de ver algunos recuerdos y retratos de la familia Rohan junto con elementos decorativos de la Edad Media. Dentro del castillo también se encuentra el Musée des Poupée, una colección de más de 500 muñecas que abarcan desde el siglo XVII al XX. El aspecto actual del castillo es producto de varias reconstrucciones realizadas desde el siglo XII hasta el siglo XIX, donde contrasta la sobriedad medieval de la fachada que da al río con el muro interior de granito decorado con un suntuoso estilo flamígero, fruto de la reconstrucción realizada en el siglo XV.
Después de visitar su emblemático castillo nos dirigimos a las calles del centro, entre las que se encuentran la Rue des Vierges y la Rue des Trente, ambas flanqueadas por casas con entramado de madera de los siglos XV-XVII, junto con hermosas residencias del siglo XVIII. También en el Barrio de Saint-Croix, en la parte más antigua de la ciudad, se hallan coloridas casas de entramado de madera y tejados de pizarra del siglo XVI, las cuales fueron restauradas durante el año 2006. En la Place de Notre-Dame se encuentra la Basílica de Notre-Dame-du-RonCier, templo cuyo origen se remonta al siglo XII, siendo en un principio de estilo románico. Del templo de estilo románico quedan pocos elementos ya que desde los siglos XV al XVII se realizaron varias reformas, dándole su aspecto actual en el que predomina el estilo gótico flamígero. Fruto de estas reformas son sus bonitas vidrieras de siglos XV y XVI y el órgano del siglo XVII.
Después de visitar su emblemático castillo nos dirigimos a las calles del centro, entre las que se encuentran la Rue des Vierges y la Rue des Trente, ambas flanqueadas por casas con entramado de madera de los siglos XV-XVII, junto con hermosas residencias del siglo XVIII. También en el Barrio de Saint-Croix, en la parte más antigua de la ciudad, se hallan coloridas casas de entramado de madera y tejados de pizarra del siglo XVI, las cuales fueron restauradas durante el año 2006. En la Place de Notre-Dame se encuentra la Basílica de Notre-Dame-du-RonCier, templo cuyo origen se remonta al siglo XII, siendo en un principio de estilo románico. Del templo de estilo románico quedan pocos elementos ya que desde los siglos XV al XVII se realizaron varias reformas, dándole su aspecto actual en el que predomina el estilo gótico flamígero. Fruto de estas reformas son sus bonitas vidrieras de siglos XV y XVI y el órgano del siglo XVII.
Rochefort-En-Terre
Asentado en un promontorio sobre el valle del Gueuzon, el pueblo de Rochefort-en-Terre fue declarado el más bonito de Francia en el año 2016, y no nos extraña, ya que es un pueblo realmente encantador, una de esas poblaciones que parecen sacadas de un cuento. Las calles adoquinadas albergan pintorescas y bellas casas de los siglos XVI y XVIII engalanadas de flores, además de tiendas, galerías y talleres de artistas situadas a lo largo de la Place del Puits y la Rue Saint Michel. Paseando por sus calles nos dirigiremos hacía la iglesia de Notre-Dame-de-la-Tronchaye, templo fundado en el siglo XII en el que se custodia una imagen de la Virgen que según cuentan las leyendas fue encontrada en un árbol hueco. Éste es el motivo por el que se construyó en el lugar la citada iglesia recibiendo además su nombre, de hecho el término "Tronchaye" viene de la palabra "tronco".
Consejos para viajar a la Bretaña Francesa
Para viajar a la Bretaña Francesa puedes elegir cualquiera de estas compañías (Iberia, Ibería Express o Vueling) que cuentan con vuelos directos a Rennes, la capital de Bretaña o a Nantes, la capital del Valle del Loira. Tienes que tener en cuenta que no operan todos los días, lo mejor es que consultes cada una de estas aerolíneas y te asegures que vuelan los días en los que vayas a viajar. Otra opción, aunque algo más alejada, es volar a París situada a tres horas de Rennes.
Otra posibilidad es viajar en coche desde España, nosotros hicimos este viaje en autocaravana y fue increíble. Pero si has llegado en avión necesariamente para moverte por la Bretaña y conocer las ciudades y pueblos es necesario que alquiles un coche en el aeropuerto.
En cuanto al alojamiento te recomendamos que reserves con bastante antelación para poder tener más opciones y escoger el más económico, ya que el precio se dispara en épocas como en verano. Cualquiera de estas ciudades y pueblos es una buena opción para establecer tu base y salir a recorrer la región de la Bretaña Francesa. Puedes encontrar un apartamento a través de la plataforma de Airbnb.
Otra posibilidad es viajar en coche desde España, nosotros hicimos este viaje en autocaravana y fue increíble. Pero si has llegado en avión necesariamente para moverte por la Bretaña y conocer las ciudades y pueblos es necesario que alquiles un coche en el aeropuerto.
En cuanto al alojamiento te recomendamos que reserves con bastante antelación para poder tener más opciones y escoger el más económico, ya que el precio se dispara en épocas como en verano. Cualquiera de estas ciudades y pueblos es una buena opción para establecer tu base y salir a recorrer la región de la Bretaña Francesa. Puedes encontrar un apartamento a través de la plataforma de Airbnb.
12 Comentarios
Oh, por favor son todos preciosos, menuda ruta más chula por la Bretaña, desde luego que es uno de los lugares en Europa que más ganas tengo de visitar, sobre todo por Saint-Malo, me encantan todos estos pueblos tranquilos que parecen de cuento y destilan cientos de años de historia. Apuntado queda. Un abrazo
ResponderEliminarLa Bretaña Francesa es preciosa y además de estos pueblos vimos muchos más lugares. Puedes ver la ruta completa en la ruta que realizamos en autocaravana por la Bretaña Francesa, incluido el Mont Saint Michel
EliminarMadre mía, cuánto arte y cuánta historia que atesora esta parte de Francia. Aún no tenemos la suerte de haberla visitado, pero la verdad es que parece que lo tiene todo: castillos, poblaciones de calles empedradas y amuralladas, esas preciosas viviendas con entramado de madera y este color tan típico grisaceo de algunas poblaciones francesas. Hace ya un mundo que queremos subir hasta Bretaña, pero nunca encontramos el momento.¿ crees que se puede combinar este viaje con el oeste de Normandía?
ResponderEliminarBueno, nosotros en este viaje solo visitamos en Normandia el Monte Saint-Michel. Pero lo mejor es dedicarle tiempo a la Bretaña, tiene lugares preciosos.
EliminarEs una región maravillosa, yo fui desde Cádiz hasta Bretaña en coche, y luego lo utilicé para moverme desde una casa rural. Fue fantástico, y esos pueblos maravillosos, Quimper sobre todo. Saludos viajeros,
ResponderEliminarLoBo BoBo
Nosotros hicimos la ruta desde Madrid en autocaravana, un viaje alucinante.
EliminarEsa zona es completamente desconocida para mi. Me ha llamado muchísimo la atención Dinan, leí algo por ahí y me gustó. Son muchos municipios para ver en una escapada de fin de semana. De todos, y a parte de Dinan, ¿cuáles me recomiendas para ver?
ResponderEliminarEn un fin de semana no te da tiempo a ver mucho, si tengo que recomendarte pueblos me quedaría con Dinan y Saint Malo que está cerca. Pero no te daría tiempo a mucho más
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarLlevamos mucho tiempo detrás de una ruta por Bretaña y Normandía y este post nos va a venir genial.
Los pueblos que más nos llaman la atención de la Bretaña francesa son Saint Malo y Dinan, y reconocemos que no conocíamos algunos de los que propones, así que ¡perfect!
Es genial poder volar directamente a Rennes, ahorra mucho tiempo. Ahora bien, ¿una semana te parece adecuado para esta ruta?
¡Un saludo!
Nosotros estuvimos algo más de 10 días. En una semana no estaría mal. Si quieres puedes pasarte por la ruta completa que hicimos en autocaravana y así ves que más lugares visitamos en esta ruta.
EliminarFrancia es una de mis tareas pendientes. Casi nunca nos apetece ir y después de leer este post sobre los pueblos de la Bretaña francesa, me pregunto ¿Por qué no organizo un viaje a Francia? Porque describes unos pueblos preciosos, con mucha historia y aire medieval.... si no hablaran francés.. jeje
ResponderEliminarPara nosotros Francia es un país maravilloso y siempre que podemos nos escapamos para conocer una zona nueva de este país. Tanto el norte como el sur Francia cuenta con unos pueblos preciosos.
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